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Ramon Llull confesó su pasión por la escritura al definirse
a sí mismo como "de libres trobador" en su Cant.
Formaba parte de sus propósitos vitales y conformó la
preocupación más importante de su legado testamentario. Después
de siglos en que muchos otros contribuyeron a la explosión de la
lista de obras bajo su nombre, correspondió al lulismo
contemporáneo restablecer el catálogo auténtico. |
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