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Biografía de Ramon Llull |
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Segundo viaje a París
La segunda visita de Llull a París merece estas pocas palabras por parte
del redactor de la Vida : “Después de la entrevista [con Jaime
II de Mallorca] llegó a París, donde leyó en público su Arte y redactó
bastantes obras. Luego se entrevistó con el rey, presentándole algunas
peticiones relacionadas con asuntos muy provechosos para la santa
Iglesia de Dios. Sin embargo, al ver que obtenía muy poco o nada con sus
peticiones, regresó a Mallorca”.
Agosto de 1297 y julio de 1299 son las dos fechas que podemos recoger de
la datación explícita de sus obras, para delimitar la estancia de Ramon
Llull en París. Las palabras de la Vida , por otra parte, no
parecen hacer justicia a la actividad desplegada por Llull, aunque sus
éxitos siguen siendo escasos. En efecto, los escritos de estos dos años
ofrecen un testimonio bastante fehaciente del contacto continuado de
Llull con la Universidad de París. En primer lugar, nos topamos con el
ya conocido Tomás Le Myèsier, que presenta a Llull cincuenta cuestiones
y éste resuelve en una obra.
Su aproximación a la facultad de teología queda reflejada en otra obra,
la más próxima en estructura al uso académico, que lleva por título
Disputa de un ermitaño y Ramon sobre algunas cuestiones dudosas de las
Sentencias del maestro Pedro Lombardo. Su interés y conocimiento de
cuestiones pertenecientes a la facultad de artes, se revela en el
Tratado de nueva astronomía y en el curioso Libro de nueva
geometría. Entre las obras que se ocupan más directamente del Arte,
se halla el Ars compendiosa , de la que muchos fragmentos serán
repetidos literalmente en numerosas obras posteriores. Finalmente, el
escrito Contemplación de Ramon y la ubicación del Arbol de
filosofía de amor , “en un bello bosque cerca de París”, apuntan a
los contactos que Llull mantuvo con los cartujos de Vauvert. Como
testimonio pervive un manuscrito que contiene el primer volumen de la
traducción latina del Libro de contemplación . En el verso del
primer folio de este manuscrito se lee: “Yo Raymundus Lul
entrego este libro al convento de hermanos de la cartuja de Paris”. Una
segundo mano añade: “Este es el primer volumen de meditaciones de
maestro Ramon que él donó a los hermanos y a la casa de Vauvert, cerca
de París, con los otros dos volúmenes siguientes. En el año de gracia
1298”.
Otro indicio de la inmersión de Ramon Llull en el mundo universitario de
París, nos la da el escrito Declaración de Ramon, escrita en forma
de diálogo, contra las opiniones erróneas de algunos filósofos y de sus
secuaces, condenadas por el Obispo de París . Llull toma como punto
de partida el catálogo de 219 artículos condenados en marzo de 1277, que
a su vez ampliaba una serie de tesis rechadas en noviembre de 1270. El
procedimiento peculiar con que fueron recogias y redactadas estas tesis,
no identificaba claramente a sus autores. Por esta razón, no fue difícil
crear una etiqueta lo suficientemente general para englobar a todos o a
la mayor parte de estos errores. Esta etiqueta fue la de “averroismo”, y
Ramon Llull hizo un generoso uso de esta denominación, sobre todo en su
tercera visita a París.
Toda la actividad de Llull durante estos dos años en París, se cierra
con la frase de la Vida : “al ver que obtenía muy poco o nada con sus
peticiones, regresó a Mallorca”. Es el estado de ánimo que se refleja en
el poema intimista y autobiográfico Canto de Ramon , escrito al
final de su estancia en París, o ya de nuevo en Mallorca, si bien el
poema no hace sino resumir los puntos centrales expuestos en el
Desconort . En sus propias palabras Ramon se describe de esta
forma: “Soy un hombre viejo, pobre, despreciado. / No he obtenido ayuda
de nadie; / promoví acciones de envergadura / recorriendo sin cesar el
mundo. / Me comporté ejemplarmente, / pero soy poco conocido y querido.
/ Deseo morir en piélago de amor.”
[i]
La mención del martirio suele aparecer en todas las ocasiones en que
Llull opta por la acción misionera personal, y su viaje a Mallorca es
presentado como viaje misional. En palabras de la Vida , Llull
permaneció un tiempo en Mallorca “intentando a través de disputas y
sermones conducir al camino de la salvación a los innumerables
sarracenos que ahí vivían”.
El cronista exagera al calificar de “innumerables” los musulmanes
residentes en Mallorca
[ii] , pero la actividad misionera de Llull está documentada por el
permiso que el rey de Aragón le concedió el 30 de octubre de 1299. La
licencia le facultaba para acudir a las mezquitas y sinagogas, los
viernes y los sábados, y dirigirse a los reunidos. Estos nos indica que
Ramon, camino de Mallorca, se detuvo en Barcelona, donde, además,
escribió algunas obras. Una vez en Mallorca, acompañó su predicación con
la redacción de otras obras expresamente pensadas para los judíos y
musulmanes.
Toda esta actividad quedará interrumpida por una noticia inesperada, la
ocupación de Tierra Santa por los mongoles.
[i]
“Son hom veyl paubre meinspreat; / no ay ajuda d ome nat / e ay trop
gran fayt emparat; / gran res ai de lo mon sercat; / mant bon exempli ay
donat; / poc son conegut e amat. / Vuyl morir en pélec d amor.” Cant
de Ramon , vv. 43-49 (ORL XIX, p. 258-259).
[ii]
Sobre la situación social y económica de los musulmanes residentes en
Mallorca cf. E. LOURIE, “Free Moslems in the Balearics under Christian
rule in the thirteenth Century”. Speculum 45 (1970) 624-649.
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